Aquí en éste rincón, donde jamás me sentiré solo y donde aprendí a convivir con la naturaleza, recuerdo que todos aquellos amores que entusiasmaron y compartieron mis sentimientos, son también responsables de que mis sentidos se hayan agudizados y estén dispuestos a escuchar el ruido del ruiseñor y oler el aroma de las flores que se desparrama a mi alrededor.
Comprendo que hicieron que mi corazón se alborotara y que las almohadas fueran partícipes de nuestros tormentosos momentos y las paredes del cuarto fueran mis acompañantes cuando iniciaron sus partidas. De ese pasado, disfruto que hoy no me importen los pecados ni le dé cabida a los moralismos y admita, por mas que nos empeñemos, de que nadie es de nadie.
Si Dios leyera éste escrito, le diría mil gracias por permitir que mis amores y yo uniéramos nuestros instintos. Les recordaría a todos, que los celos fueron inventados por el miedo y que la libertad es la receta milagrosa en toda relación. Que jamás nos traicionamos porque ese instante fue fiel a nosotros aunque el día siguiente fuera arrojado a la tristeza ya que harían lo mismo conmigo.
Les diría que me encantaría tenerlos a todos reunidos para que brindemos lo que la necedad nos impidió brindar, el que estemos juntos. Que sería divertido hablarles de mis gustos variados y que son los arquitectos de ésta plenitud. Que no existen fórmulas para ninguna relación y que, cuando dicen que el amor cambia, es que el deseo se está despidiendo.
Si volviera a nacer me encataría repetirlos en la misma cama y con la misma pasión ya que jamás se fueron. No volvería a cometer el desatino de colocarle experiencias ajenas y que cada una de esas vivencias guardan un secreto que alimenta el otro secreto y que todas ellas son mi gran secreto.
Estoy feliz porque me disfruto ya que tuve la inmensa fortuna de amar y ser amado y que tengo ganas de volver a enamorarme así el tiempo se empeñe en lo contrario. Aprendí que el amor es muy sencillo pero cuando le exigimos lo sustituimos por dominio y que, la mejor manera de demostrar éste sentir es no admitiendo la duda.
No volvería a decretar relación eterna porque uno nunca sabe cuando llega la verdadera. Querido amigo lector y amiga lectora, el misterio de la vida, aunque no parezca, nos dice que todo cambia aunque nos empeñemos en lo contrario. Que no insistamos en algo que ya no nos acompaña.
Y que, la oscuridad de la noche cuando es intensa es que ocurre algo extraordinario, la fusión de dos en uno ya no es una realidad para cederle terreno a la suspicacia e intuimos que la soledad será nuestra próxima visitante así estemos acompañados.
Mis amores me inculcaron que no tiene sentido que le diga te amo cuando inicie la partida. Que sus llegadas fueron la inspiración y sus idas son mis experiencias. Que me encantaría tenerlos ante mi para verles lo ojos y oírles sus palabras porque estoy seguro que me entristecería el alma que mi transito no dejara algo en sus vidas.
Que ese puente que cada uno de esos amores tuvo a bien construir en mi ser, es el camino para que el próximo y gran amor que llegue les diga, Gracias.
Se les quiere.
Ricardo.
jueves, 20 de mayo de 2010
domingo, 9 de mayo de 2010
Yo y su instante
Es ese momento grandioso que me hace comprender que he sido egoísta y mesquino con mi evolución. Admito que han pasado días y años encaprichado en una dirección que al final lo que se encuentra es un enorme monumento a la mentira.
Mi lógica no entiende y no tiene miedo por no entender y, lo mejor, no está interesada en entender . En pocas oportunidades me he sentido tan libre para imaginarme haciendo lo que desde hace rato imaginé hacer, ser yo mismo. Es una energía que titila ahí adentro y que no quiere saber de compromisos ni enterarse del día de mañana. Mis únicos aliados son, el secreto de lo que me sucede y la gloria de estar vivo.
Tiene el don de convertir el instante en eterno. Así es mi realidad siempre oculta, atrevida e intrépida, dispuesta a dar placer a las emociones. Por lo tanto, cuando encuentro éste instante, todo se aclara; y es por eso, que los oídos captan mejor las melodías y el poeta se levanta ya que la musa le advierte que ya está bueno de tanto esconderse.
Total..no hay día ni noche ni mentiras ni verdades; es así de simple, se siente y punto. Es de esos sucesos que me recuerda que la vida si tiene sentido a pesar de los malestares que he padecido. Es como el rayo de optimismo que me invita a apartarme de las ocupaciones que agotan y distraen.
Es tan radiante y hermoso que hace olvidar el dolor del pasado y los temores por el futuro no es un problema. Hoy comprendo que estemos donde estemos y con quién estemos su ausencia es sinónimo de vacío. Un vacío que atormenta y descalifica la estancia en éste planeta. Por lo tanto es necesario, siempre será necesario, sentir ésto para alegrarnos de haber sido paridos.
Y así, cuando se incrusta en las fibras, en los sentimientos y en el alma no hay cabida al hastío y los instantes desearían dejar de ser instantes para ser el pasado, el presente y el mañana porque querría ser el todo. Por ello, se me hace divertido invitar a mi excelsa amiga de los fines del día, la confidente que en un apuro se vista de Llena, para ser testigo de éste momento y que proceda a iluminar el firmamento y haga ver que soy único entre tanta gente.
Y aquí, cuando el Yo me toma, no hay excusas ni explicaciones, solo entiendo lo que es vivir. Por fin siento que la fidelidad es con mi ser y mi mayor gloria es respetar mi ser. Entonces, en éste delirar, imagino que el aire está repleto de melodías, que camino por las nubes y que el techo es el cielo porque tenía rato que no sabía que yo estaba aquí, siendo parte del Universo.
No me distrae la soledad ni espero convencer a nadie de mi entusiasmo, ni espero que llegue la noche para soñar, porque soy un sueño. Así que, amigo lector y amiga lectora, permitan decirles que tengo disparado un disparate, Yo y su instante.
Los quiero.
Ricardo.
Mi lógica no entiende y no tiene miedo por no entender y, lo mejor, no está interesada en entender . En pocas oportunidades me he sentido tan libre para imaginarme haciendo lo que desde hace rato imaginé hacer, ser yo mismo. Es una energía que titila ahí adentro y que no quiere saber de compromisos ni enterarse del día de mañana. Mis únicos aliados son, el secreto de lo que me sucede y la gloria de estar vivo.
Tiene el don de convertir el instante en eterno. Así es mi realidad siempre oculta, atrevida e intrépida, dispuesta a dar placer a las emociones. Por lo tanto, cuando encuentro éste instante, todo se aclara; y es por eso, que los oídos captan mejor las melodías y el poeta se levanta ya que la musa le advierte que ya está bueno de tanto esconderse.
Total..no hay día ni noche ni mentiras ni verdades; es así de simple, se siente y punto. Es de esos sucesos que me recuerda que la vida si tiene sentido a pesar de los malestares que he padecido. Es como el rayo de optimismo que me invita a apartarme de las ocupaciones que agotan y distraen.
Es tan radiante y hermoso que hace olvidar el dolor del pasado y los temores por el futuro no es un problema. Hoy comprendo que estemos donde estemos y con quién estemos su ausencia es sinónimo de vacío. Un vacío que atormenta y descalifica la estancia en éste planeta. Por lo tanto es necesario, siempre será necesario, sentir ésto para alegrarnos de haber sido paridos.
Y así, cuando se incrusta en las fibras, en los sentimientos y en el alma no hay cabida al hastío y los instantes desearían dejar de ser instantes para ser el pasado, el presente y el mañana porque querría ser el todo. Por ello, se me hace divertido invitar a mi excelsa amiga de los fines del día, la confidente que en un apuro se vista de Llena, para ser testigo de éste momento y que proceda a iluminar el firmamento y haga ver que soy único entre tanta gente.
Y aquí, cuando el Yo me toma, no hay excusas ni explicaciones, solo entiendo lo que es vivir. Por fin siento que la fidelidad es con mi ser y mi mayor gloria es respetar mi ser. Entonces, en éste delirar, imagino que el aire está repleto de melodías, que camino por las nubes y que el techo es el cielo porque tenía rato que no sabía que yo estaba aquí, siendo parte del Universo.
No me distrae la soledad ni espero convencer a nadie de mi entusiasmo, ni espero que llegue la noche para soñar, porque soy un sueño. Así que, amigo lector y amiga lectora, permitan decirles que tengo disparado un disparate, Yo y su instante.
Los quiero.
Ricardo.
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