artista y luna

Artista, tiene la virtud de tocar la puerta sin pedir permiso y goza de la hermosa particularidad de ser el único que conoce el verdadero sentido del alma, ser libre. Es el atrevido que aspira dar clases de vuelo al halcón y enseñar al río como se ignoran las piedras para que fluya sin obstáculos.

Cuando su ímpetu se pierde mirando el cielo, busca a la alcahueta de las noches que ya es una erudita en sonrisas y lágrimas también. Es su silente e imprescindible compañera experta en pasiones que dominan el miedo y, para colmo, enigmática confidente ya que se enteró del atroz delito, lograr que lo imposible sea una quimera cuando imaginación decide despegar.

Y Artista, inquieto por la ansiedad que se apoderó de él, se percata que no está sólo porque Luna, cual enredadora, le ilumina el escenario para que baile pegadito con su exquisito anhelo y que se atreva a ser grande. Y ella, con sus bellos destellos y entusiasmada por lo que viene, se achica para complacer a ese egoísta inventor que necesita de su energía y, como siempre, que sea su curruña que jamás le diga jamás y que lo complazca, aunque sea por unos segundos, en ser inmejorable ante Dios.

Luna, tan sutil y suspicaz, sabe perfectamente que los que estamos bajo su resplandor tenemos ganas de eso pero, Artista, decide confiar en su ingenio y ser distinto. Por ello y, sin perder tiempo, inicia acompañarlo y así nace esa comunión mantenida en lo hermético para aislarlo de las dudas y de las limitaciones de los que no se atrevieron.

Y así, al fundirse las dos fuerzas para hacer realidad la inspiración, brinca la fábula del niño perpetuo al delatar una preciosa ingenuidad que se escondía ahí adentro, hija del despecho de una ilusión que fue herida pero, el sabio tiempo, se encargó de enriquecerla transformando el dolor en arte.

Cuando ambos disfrutan de ese singular orgasmo ante el Universo no hay compromiso contigo, ni con aquel ni con aquellos para sentirse un ilustre que se sabe exclusivo con un conmigo acurrucado con el firmamento. Y, es aquí, cuando el placer se desparrama de contento para nacer el músico, el pintor, el escritor, el artesano, el ebanista, el diferente, que se oponen a la monotonía que destruye todo esperando que la muerte decida.

"Un cuerpo sin alma no puede cantar" Emma Shapplin

Chao

Los quiero

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