domingo, 3 de abril de 2011

soledad

Todos sabemos que no es fácil sentirse deprovisto de afectos y mucho menos cuando ese silencio no escucha los más estridentes ruidos. Hay algunos, y de repente abundan, que están empecinados en no desligarse de esa historia antigua donde las caricias paternas, los amigos de la vecindad y de la escuela nos jurungaron, reímos y nos sentíamos acompañados.

Pero, esa historia fenece porque toda madurez obliga a ser libre de recuerdos para darle entrada a lo nuevo. Aquella fue la historia de seres que atenuaron el lado duro de la ausencia. Ahora, el presente, es otra cosa, curtido de experiencias alegres y tristes pero buscando, por cualquier medio, no quién será compañía sino quién evitará la soledad.

Al no entender el mensaje de esa sensación de aislamiento que abruma, las cosas feas nos toman para que lo maluco parezca bueno y lo bueno imprescindible y así, todos tienen importancia y nosotros construyendo un ser que no somos. Es un enorme misterio con múltiples disfraces pero con una aspiración, la de ser llenada.

Entonces, ese silencio que reclama risas, abrazos, promesas y que no alcanza ver el fin, aturde los sentidos y así aparecen uno y otro ser que ofrecen villas y reinados, para tomarnos el celoso egoísmo, propio de la soledad, y sin atinar consecuencias aspiramos domar la libertad creyendo la perpetuidad de una compañía.

Y es aquí, cuando esa sensación nos recuerda que no importa tener o no tener y nos damos cuenta que somos integrantes de un planeta repleto de seres con la misma sensación, deseosos de una compañía. Situación que nos llama a ser mas sencillos y menos exigentes y evitar esas obras titánicas que siempre tienen un fin haciendo más intenso el dolor cuando ese ser a quién le dimos todo no nos puede llenar.
Pero, el trajín vivencial nos dice que la sensación de soledad no depende de esa historia pasada o que nuestro mundo esté lleno o vació de mortales. La soledad es una condición inherente e intransferible que nos toca transitar ya que nos recuerda que somos seres con un espacio, tiempo y frecuencia propias, comprometidos en ciertos momentos, pero que por más que hagamos no la podremos desprender.

Siempre aparecerá porque es un llamado del alma para ser llenado por los hijos de las reflexiones profundas dejando las mentiras atrás. Es algo capital para la sanidad del alma y para la paz espiritual. Necesaria para entender a quienes estuvieron en nuestro lado y que no existe amor fiel ni eterno que la pueda ocultar.


Es lo infinito en la vida que nunca será responsabilidad ajena, es la búsqueda eterna....

4 comentarios:

  1. Excelente amigo. Siempre profundo y certero. Al final, tu constancia, el ser tiene su responsabilidad de hacer su propio destino. Tu palabra predilecta, INDIVIDUALIDAD..

    Me gustó.....

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  2. bellisimooooooooooo cada día escribes mas hermoso. Cierto, la Soledad es un eterno escenario que espera de nosotros, los otros distraen pero no llenan....

    Gracias Ricardo.

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  3. En una oportunidad dijiste que habían seres humanos que se especializaban en aumentar esa sensación de soledad. Cuanta verdad.....

    No me queda otra que decirte excelente...!

    Claudia Gomez B.

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  4. Ahh.. la soledad... he aprendido a quererla, respetarla y sobretodo a honrarla... En fin, aprendí a amarla...
    besos Ric,

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