viernes, 15 de abril de 2011

Soberbio/ Sencillo

Soberbio siempre tiene una excusa para dominar, su arrogancia es como un molde lleno de lógicas que los otros deben seguir. Es el que transita la perfección buscando algo distinto a lo común para terminar agotado en el intento. Siempre dando explicación a todo, aún, a lo que no tiene explicación.

Sencillo, por lo contrario, simplemente entiende que lo suyo es ser afable y realmente no le interesa lucirse. Sabe que existen los otros pero no se mortifica en querer dominar utilizando las energías en construir su mundo. Con el tiempo va entendiendo que nada será llevado exceptuando su gran aprendizaje. Al contrario, sabe que lo perfecto es algo artificial que necesita de un desgaste para mantenerse.

Ambos, tienen ópticas distintas y saben que el dolor y la alegría son sentidos pero expresados de formas diferentes. Por ello, la realidad natural de los que evolucionan, como Sencillo, choca contra la realidad altiva de Soberbio que se cree evolucionado. Es fácil de comprender, uno vive y el otro intenta vivir.

Observen cuando el llanto delata, que no discrimina entre el sentir de los que comenten errores y de los que creen no cometerlos ya que es un acontecer que surge de las emociones. La diferencia estriba en que el presumido saca un pañuelo y se seca las lágrimas porque las interpreta como una flaqueza mientras que, para el que dice lo que siente, es un colirio porque sabe que es para ver mejor.

Sencillo es algo extraño ya que está repleto de misterios con miles de preguntas y respuestas dirigidas a trascender utilizando lo accesible de su simpleza interior. Sin embargo, en Soberbio, es como si todo estuviera dicho ya que en su discurso de que tiene criterios ni se imagina que en un desborde de las emociones nada resulta un escondite. Y aquí, es cuando se ve la verdad, ya que ese evento es intensamente sentido tanto por uno como por el otro pero, el primero, lo transforma en placer y, el segundo, lo esconde como vergüenza.

Quien no es artificial no teme enamorarse una y otra vez porque sabe que el amor es así, franco y abierto un día y, al otro día, es de un descanso para que no se agote cuidando que se mantenga la originalidad. Pero, el otro, el que se alimenta de que lo vean, de la arrogancia, se enamora una vez y le teme a una segunda vez ya que prefiere anclar éste sentimiento en un sin fin de pautas que termina arruinándolo, claudicando en la añoranza.

Pero les digo algo, en la hora de la verdad Sencillo la asume, Soberbio recula..!

Se les quiere.

Ricardo.

2 comentarios:

  1. Gracias Doctor por su insistencia en que todos seamos mejores seres, un abrazo....

    Mariluz Otaiza...su inquieta alumna....

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  2. Muy bueno Ricardo,pienso que aquí entran lo seres muy racionales que a todo le colocan un por qué, Gracias.

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